Seguridad infantil en el hogar

Prevención de asfixias

Prevención de asfixias infantiles

ASFIXIAS

Las asfixias se producen cuando el oxígeno no puede llegar a los pulmones, bien sea por obstrucción interna i por falta de aire. En este tipo de accidentes el tiempo de reacción es Vital. No podemos esperar, como sí ocurre en otras lesiones, a que lleguen los servicios de urgencia, ni trasladar al pequeño a un centro médico. Nuestra reacción ha de segura y rápida. Por este motivo, la primera prevención será la de realizar un curso de primeros auxilios, donde podamos aprender las maniobras para liberar las vías respiratorias y que así vuelva el oxígeno. También nos enseñarán como reanimar en caso necesario. Esto nos dará, por lo menos, la tranquilidad de saber cómo actuar en caso de asfixia, ya que en ocasiones los nervios de la situación no nos dejan reaccionar ni sabemos qué pasos debemos dar.

Recomendaciones y medidas preventivas contra asfixias

Es importante saber que ante una asfixia el tiempo de actuación es muy limitado (3 minutos). Realiza un curso de primeros auxilios para saber cómo actuar.
Elimina del alcance del niño cualquier objeto, juguete o alimento que le puedan provocar una obstrucción, incluso aquellos elementos grandes pero que pueden ser desmontables. Puedes probar con el siguiente experimento, coge una caja de zapatos y en la tapa realiza un agujero de 3 cm de diámetro, coloca dentro todo los objetos que puedas introducir por este agujero y que encuentres en tu hogar a la altura del niño, verás la cantidad de artículos que pueden provocarle la asfixia y que has retirar de su alcance.
No des a tu hijo alimentos con una textura que no sea la adecuada para su edad. Cada cosa a su tiempo. Utiliza los alimentadores antiahogo para asegurarte de que la textura es la adecuada.
Vigila juguetes pequeños o desmontables que el niño pueda introducir en la boca. Esta recomendación toma relevancia cuando conviven niños de diferentes edades, ya que los juguetes del mayor pueden ser muy peligroso para un bebé.
Asegúrate de adquirir productos para el bebé como tetinas, chupetes, baberos, ropa, juguetes, etc. en aquellos comercios donde te ofrezcan la confianza de cumplir con todas las normas de seguridad. Sigue las instrucciones del fabricante.
No dejes bolsas o elementos de plástico al alcance del niño que le puedan provocar una sofocación, si se cubre la cabeza con ellos. Un bebé le gusta jugar a esconderse, para él si no te ve, cree que tú no le ves a él y cualquier útil que encuentre a su alcance servirá para jugar.
Los artículos de puericultura grandes, como cunas, colchones, barreras de cama, etc., han de cumplir con la normativa de seguridad para evitar asfixias si intentan introducir la cabeza entre los barrotes.
NUNCA dejes al niño solo sin la presencia de un adulto a la hora del baño. Solo 7 cm de agua bastan para que un bebé se ahogue. Cualquier resbalón o golpe que les haga perder el conocimiento puede provocar el ahogamiento.
Enséñalo a nadar lo antes posible y protégelo con sistemas de flotación adecuados y homologados y zapatillas antideslizantes.
En playas y piscinas con abundante aglomeración de público no pierdas de vista al niño. Participa con el de todos los momentos de ocio, aun así colocare una pulsera de identificación personal, con el número de contacto de la familia, pero mejor aún utiliza un localizador de niños que sean water proof. En un momento de despiste podremos saber si el niño ha desaparecido, está en el agua y podremos localizarlo rápidamente.
Cubre las piscinas con vallas de seguridad, cobertores o asegúrate la instalación de alarmas perimetrales, de inmersión o de pulsera. Estos accidentes ocurren demasiado a menudo y en muy pocos segundos.

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